Lograr convertir los hábitos saludables en un estilo de vida que se sostenga en el tiempo debería ser nuestro objetivo, no sólo para cuidar nuestro peso e imagen sino para sentirnos más jóvenes y con más energía.
1 – Alimentarte adecuadamente: Llevar una dieta equilibrada es clave, se deben evitar los excesos. Hay que aportar nutrientes al organismo para que funcione correctamente.
2- Hacer actividad física: Realizar ejercicio de manera constante produce múltiples beneficios, como reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, quemar calorías, y fortalecer músculos y huesos. Además, reduce el colesterol «malo» y aumenta el “bueno».
3- Estar hidratado: Es indispensable beber, al menos, tres litros de agua al día; (aunque depende de tu actividad diaria, si haces o no deporte…) de esta forma, se eliminan toxinas, se favorece el metabolismo y la digestión, y se mejora el aspecto de la piel y el cabello.
4- Dormir bien: Dormir es una de las funciones más esenciales para sentirse bien. Deberíamos dormir entre seis y ocho horas diariamente para recuperar la energías perdida.
5- Ni alcohol ni tabaco: Ingerir alcohol en exceso y fumar son dos hábitos perjudiciales para el organismo. Con el tiempo pueden tener efectos nocivos, por eso, es aconsejable dejarlos de lado.
6- Mantener en forma la mente: Al cerebro hay que entrenarlo y ponerlo a prueba constantemente. Esto disminuye el riesgo a padecer deterioro cognitivo y aparición de demencia.
7- Evitar el estrés y ansiedad: hay que huir del estrés y de todo aquello que nos genere ansiedad. Un buen masaje relajante o salir de la rutina pueden ser alternativas para estar mejor.
Hay que hacer cosas que nos gusten: salir con los amigos, hacer deporte, leer un libro…
8 Reducir el consumo de grasas saturadas: Este tipo de grasas se encuentran en la comida “basura”, comida precocidad, bollería industrial… por eso es preferible no comer este tipo de comidas.