Mantener o variar el peso corporal depende del balance entre lo que ingerimos y lo que gastamos; por lo tanto si ingerimos más de lo que gastamos aumentaremos de peso y viceversa.
El gasto energético en reposo disminuye aproximadamente un 5 por ciento por cada década y a partir de los 50 años aproximadamente un 10 por ciento por cada diez años; por lo tanto, es más fácil perder peso cuando eres joven porque el gasto energético en reposo es mayor.
Existen numerosos problemas de salud asociados con la obesidad, entre los más importantes se encuentran la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, aumento de colesterol y/o de triglicéridos, la insuficiencia respiratoria crónica, aparición de algunos tumores como los de colon, endometrio, mama, próstata, vesícula, entre otros; a nivel psicológico favorece estados ansioso-depresivos, por la baja autoestima del paciente y su mala calidad de vida.
Tener unos hábitos saludables: comer 4 o 5 veces al día y hacer ejercicio de forma regular, es básico, para controlar nuestro peso y sentirnos bien.